Mi destino, verde, dorado o negro,
Dunas que la vida pone y lleva,
Brotan de pronto en mi vida, verdes,
Muy verdes, como jugo de frondosa hierba,
Tan verdes como la esperanza,
Y ellas me hacen luchar con fuerza.
Algaidas que la vida pone y lleva,
De pronto están maduras, doradas,
Con destellos de mies en siega,
Frutos del ardor, sudor y trabajo,
La cosecha que con anhelo esperas,
Mas… que amarga es mi recompensa.
Dunas que la vida pone y lleva,
Surgen de pronto, sin esperarlas,
Tan negras como la oscura pena,
Dunas por mil sirocos azotadas,
Nunca entiendo la razón de este desierto,
Amargo, yermo y desolado mi destino.