¡¡¡Lorenzo!!!
nombre de sol y alegría,
De donde
viniste? Así de repentino,
Como
llegaste a mí? Es el destino?
Olor de
jazmín ligero al viento.
Tus palabras
llenas de simpatía,
Júbilo amistad y sosiego,
Amorosas,
que alegran el alma mía,
En días de
dolor y desconsuelo.
Letras que
llegan volando raudas,
Que…
penetran en mi espacio vacío,
Amistad que
llega a mi alma,
Ocupando mis
momentos de asueto.
Risas, alegres y
piropos que ruedan,
Por el
cosmos… de las olas del viento,
Llegando
hasta mí casa, mis aposentos,
¡Oh! Como suave brisa, al amanecer.
Y tú, oculto,
para no ser visto,
Enviándome soplos de aire, a mis sentidos,
Atrofiados de
pena, soledad y desaliento.
Gracias
Lorenzo, por tu éter, de suave aroma.